Fragancia maligna y destructora,
aroma de peste maldita y veneno enloquecedor,
que tranquiliza un espíritu descompuesto,
de un desconsuelo estupefaciente.
Maldito seas contaminador de mi alma,
pero bendito por mis sentidos,
tu aroma es apestosamente excitante,
y tu sabor es dulcemente asqueroso.
Pero reinas sobre todo lo mío,
diosa de los pulmones en agonía,
patrona de destrucciones malévolas,
sigue tu camino, sigue atrapando víctimas.
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