domingo, 2 de mayo de 2010

¡Cuídate, querida enemiga!

¡Cuídate, querida enemiga, de tu propio destino!
¡Cuídate de mi sabrosa venganza!
¡Cuídate de mis crueles delirios!
¡Cuídate de mi falsa alabanza!


¡Cuídate en tu falso camino!
¡Cuídate mentirosa egoísta!
¡Cuídate de mi poder maligno!
¡Cuídate perturbadora de mi vista!


¡Cuídate del poder delirante!
¡Cuídate de los rayos ensordecedores!
¡Cuídate de aquel sol elegante!
¡Cuídate de un mar de dolores!


¡Cuídate de tu propio infierno!
¡Cuídate de tus propias maldades!
¡Cuídate de tu temor eterno!
¡Cuídate de tus infidelidades!


¡Cuídate de tus falsas promesas!
¡Cuídate malvada endiosada!
¡Cuídate de Poseidón y sus naturalezas!
¡Cuídate por siempre mujer malvada!

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