miércoles, 5 de mayo de 2010

ATARDECER EN PENUMBRAS..


Atardecer de malestares bendecidos por la naturaleza, sistema mecánico de seres interminables que buscan refugio entre las hojas que van delirando sentimientos encontrados en un corazón fortalecido de sensaciones inimaginables. Existencia divinamente infiltrada en un planeta de cultura profética, donde la fortaleza exuberante de cada paso descomunal de los seres, van recorriendo kilómetros de tierra profética hacia el oeste en forma triangular, sobre terrenos sagrados de predicciones acertadas por antiguos seres ideológicos que interferían en cada sentido y cada pensamiento mundanamente inferior, en un sistema común sobre las formulas ejemplares de ideas frágiles, tan frágiles, casi como una copa de cristal destilando sudores de tensos de malicias prohibidas. Penumbras que recorren cada parte de una esperanza puesta en los bolsillos ajenos, tinieblas de controversias y respuestas negativas de incógnitas preguntas intensas de la diosa esperanza, de la madre coraje, encargadas del cuidado habitual de los escombros escondidos a la luz del sol, entre las miradas tibias de cantantes mudos de un universo envuelto en constante derramamiento de rayos solares apuntando un clímax enrojecido anaranjado y un contraste apagado. . ¡Salud! Brindemos por la iluminación atrapada sobre las tinieblas dadas por el incontrolable tiempo, por los excitantes segundo que pasan desenfrenados entre un pelotón de minutos arranchando cada parte corporal de las horas encadenadas a los días prisioneros de los meses, que viven una intensa pasión con cada años que van evaporándose en pleno camino. Esperanza puesta en cada punta de la rama casi seca, con la lejanía de sus hojas que gritan un adiós hacia el oeste de los pasos callejeros y rebeldes de los engrandecidos granos naturales de arena que deambulan buscando el consuelo y el entendimiento de la natural manía de un rayo solar perturbador de índoles muy consecutivos con el pasas del viento. Cielo tenebroso, casi borroso de un celeste confuso entre el delicado color del mar y el estremecedor color de una nube cargada de una pesada lluvia maldecida por los espíritus malignos del ayer hoy y siempre.. AMÉN.

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