Hoy,
hoy día,
la intoxicada mirada rojiza,
sangrienta
y enviciada entre cenizas,
grita su verdad..
hoy,
hoy día,
el fin de los tiempos llegó
a plasmar
su sello endemoniado
en el universo,
atravesando las barreras
de aquellas nubes
que protegían
este infierno terrenal,
dos mil
lágrimas malditas
de los desastres enloquecedores
y la rabia incómoda
de los dioses
del Olimpo,
el prepucio del mundo
ya se rompió
y entra
el fuerte viento andrajoso
con pecados inimaginables
que perturban
el pensamiento,
los recuerdos
y las malditas noches
junto a la compañía
de una falsa luz lejana
llena de virtudes engañosas.
Hoy,
hoy día,
los demonios
desataron su furia
contra la madre naturaleza,
hoy,
hoy día,
un incendio
en medio de penumbras,
va convirtiendo en cenizas las hojas,
el fruto
del vientre
de este mundo
va agonizando,
delira con suspicacia
entre el sonido aturdido del silencio
y su cólera convulsiva,
arrastra su manto roto
en busca
de un atrofiado
cuerpo de almas desorientadas
que busquen paz..
paz..
como el silencio en el día de hoy,
como el día de hoy en el silencio,
la mirada del fénix
de alas rotas,
no parpadea,
no puede volar,
no enciende las alas..
agoniza..
agoniza..
agoniza
y pierde el control,
está cansado de su desgracia,
le llega al pincho,
toma la píldora del cambio..
la toma..
la toma..
la tomó,
¿será otro?
Sí, lo será,
hoy,
hoy día,
su alma se petrifica
y junto a su alma sus sueños,
sus deseos
y no observará más
su alrededor endemoniado,
quedará ciego,
hoy,
hoy día
y
siempre..
Ya compruebo la intensidad del fuego Sagitariano. Intensidad, es tu clave, te lo dice una anciana flecha que lo reconoce. Un abrazo.
ResponderBorrarManuel ...
ResponderBorrarlindas palavras ...
ótimo blog, ótimos escritos ....
bjos