
Tu meloso sabor confuso
entre un limón fresco,
amarga dulcemente
mi espíritu..
entre miel robada
bajo el manto sagrado
de la señora naturaleza.
Dichosa ella,
dichosa siempre que
bendice tu sabor endiablado,
tu sabor pasivo
y el descontrol
a la reacción de tu efecto maldito
y delicioso,
el conjuro poderoso de tu sabor,
mojan mis labios,
dispersan aquella mirada,
se apoderan de mi voz
y me hipnotizan
en medio de un descanso temporal..
Te he estado leyendo y observo el fluido juego permanente que haces de los extremos, llevas y traes las sensaciones de una manera peculiar.
ResponderBorrarUn extraño deleite, me gusta.
Un abrazo,
A.