Y pecamos como dos niños
y pecamos tu cuerpo y el mío
y pecamos entre las sábanas de mi alma
que cubre tu adorada piel
tan suave y delicada
como la fragancia del mar,
como el respirar de las hojas
que caen sobre tu espalda..
Mis ojos te observan
contemplando tu silueta endiosada,
tus pies caminan deliberadamente
sobre el hilo de mis pensamientos.
Mientras tu sonrisa emana una luz penetrante
en cada orificio de mis recuerdos,
recuerdos..
Hoy endulzados por tus besos,
tu agitado corazón
es un bidón de agua
que calma la sed en mi desértico respirar
esperando las doce campanadas
del reloj de la catedral
anunciando tu regreso,
el regreso a mis brazos
buscando el consuelo,
el florecimiento de mis sueños
adornan de rosas tu cabello dorado
y un jardín crece en tu coronilla
dando nuevamente vida a un alma resignada..
Bendita seas.. mujer!
por haberme regalado una esperanza de esperanza,
sueños dentro de nuevos sueños
y una excitada pasión dentro de esta pasión
que hoy siento al escuchar
tu burbujeante respiración
sobre mi cuerpo embriagado de lujuria..
Bendita seas.. mujer!
Bello poema, bella pasión, bella vida, bello cuerpo, bella emoción. Un abrazo.
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